quedamos encantados con el ambiente hippie, las instalaciones bien montadas y la habitación con una vista increíble. El personal nicaragüense fue muy amable y la clase de yoga gratis fue genial.

La comunicación fue mala, nos dijeron que había cocina compartida pero resulta que no se podía usar sin pagar extra. Además, el menú que mencionaban no existía y los precios del bar eran altos.

Me encantaron los paisajes naturales y la belleza del entorno. Estaba rodeado de una exuberante selva y tenía una playa privada donde podíamos nadar y relajarnos. Además, la ubicación frente al lago era simplemente espectacular.

Hubo algunos aspectos negativos que afectaron nuestra experiencia. El acceso al hotel no era muy cómodo, un camino de piedras sin asfaltar y con subidas y bajadas.

El entorno natural es espectacular, con cabañas que ofrecen vistas impresionantes. Las instalaciones hippies transmiten una buena onda y la habitación de 10 tiene una vista buenisima. Además, el staff nicaragüense es muy amable y ofrecen clases de yoga gratuitas dos veces al día.

La comunicación puede ser confusa ya que las facilidades de la cocina pueden no estar disponibles o tener un costo adicional.

Instalaciones de estilo hippie, habitaciones con vista increíble. Clases de yoga gratis. Personal amable y local. Bahía natural con playa y fauna nativa. Solucionaron overbooking rápidamente.